AUSENCIAS
Suspiró profundamente y recogió dos
cubiertos. Al separarse de la mesa se dio cuenta. En un amago de
volver al pasado, había colocado todo para tres. Inconscientemente,
olvidó las dos ausencias forzadas con las que convivía desde 1991.
Su pensamiento, errático, le empujó a tenerlos presentes. Las
sillas, vacías, sentenciaron su inoportuno desliz. Con los ojos
inundados en lágrimas centró su mirada en el reflejo que proyectaba
aquella lustrosa botella de vino. Allí estaba, inmaculada. Era la
persistencia del recuerdo. El anhelo desdichado de tenerlos consigo
una vez más. El reflejo desgastado de sí misma, sola.
Dios Samuel! Para llorar y no parar
ResponderEliminarYo creo que no hubo mejor manera de plasmar TANTO sentimiento en un relato . Con tan pocas palabras estremece y te toca las entrañas . Tan personal y tan para todos . Te quiero mucho Samuel. Te admiro. Tu fan mexicana, tu amiga , la que en estos momentos no se puede quitar la imagen de "ella" en el reflejo de esa botella .... Bere
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