“Así como de la noche
sale el claro día, de la opresión nace la libertad” - Benito
Pérez Galdós.
Sin conocer a ciencia cierta
cuáles serán los resultados de las Elecciones Presidenciales
Norteamericanas, pero con la certeza de que la contienda está siendo
bastante reñida – o al menos eso parece a la una menos cinco de
la madrugada (Islas Canarias) – no pierdo la esperanza de que Obama
termine imponiéndose frente a Romney. Pero si no lo hace,
sinceramente, da igual. En España hemos vuelto a dar una “clase
magistral” de civismo y democracia: El respaldo del Tribunal
Constitucional al matrimonio entre personas del mismo sexo, ha hecho
justicia, justicia social.
No queda lejos en el tiempo
una intervención por la que siempre manifestaré mi más sincera
admiración a Carla Antonelli y su activismo para – con la IGUALDAD
y la DIVERSIDAD y en contra de la DISCRIMINACIÓN en cualquiera de
sus vertientes y manifestaciones. Con motivo del Día Internacional
contra la Homofobia y la Transfobia, SOLA, y ante la vorágine de la
Asamblea de Madrid, no dudó en denunciar la actitud hipócrita de
todas aquellas personas que, en una fecha tan señalada, no eran
capaces de plantar cara a los líderes de su Partido “Popular”
para que se retirara el recurso de inconstitucionalidad que, ayer,
martes 6 de noviembre, ha sido finalmente desestimado por el Tribunal
Constitucional.
Su discurso, reivindicativo y contundente, pero sobre todo “sentido”, no dejó a nadie indiferente: "Merecemos la dignidad y la libertad de cualquier persona. Existíamos, existimos y existiremos de hecho, con recurso o sin recurso, con sentencia del Constitucional positiva o negativa" [...] “El debate real es si una sociedad democrática y avanzada, como la española, está dispuesta a soportar un escenario en el que se condene, otra vez, a la clandestinidad a miles de familias vetando nuestro derecho más elemental al amor y la felicidad"
La libertad como baluarte en
la lucha. El sentimiento como espada. La voluntad como escudo. Todo,
unificado, ha permitido que el día de hoy la democracia haya
“recibido una bocanada del aire que tanto le hacía falta". El
Constitucional ha dicho SI QUIERO. Si, si quiero al AMOR en su
sentido más amplio. Si, si quiero a la IGUALDAD y la DIVERSIDAD. Si,
si quiero.
Ese “SI QUIERO” en
momentos de opresión, recortes y crisis... es más que un compromiso
de respeto y complicidad; es luz en la oscuridad. La victoria de los
que quieren vivir y dejar vivir frente a los que condenan a los demás
por el mero hecho de ser felices, o intentar serlo. Y es que de eso
se trata, de amor y felicidad. Dos “derechos fundamentales” e
INDIVIDUALES, en los que, cualquier tercero – peras o manzanas -,
jamás debería tener cabida.
El conjunto de iniciativas
sociales que impulsó el Gobierno socialista durante su mandato
prevalece, y no me equivoco al decir que, posiblemente, en un futuro
no muy lejano, será el equivalente a lo que la II República hubiese
anhelado, de no haber sido brutalmente asesinada. La lucha continúa,
y todavía queda mucho por hacer...
En mi mente, una máxima
retumba sin cesar: “Si una bala entra en mi cerebro, que destruya
las puertas de todos los armarios. Os pido que el movimiento
continúe, porque no importa el beneficio personal, ni el ego, ni el
poder. Sólo importa que las minorías estén ahí arriba. Y no sólo
los gays, sino los negros, y los asiáticos, y los ancianos, y los
discapacitados. Sin esperanza, las minorías se rinden. Ya sé que no
se puede vivir solo de esperanza; pero sin esperanza no merece la
pena vivir. Así que tú, y tú, y tú, tenéis que darles esperanza.
Tenéis que darles esperanza.” ¡Quién fuera Harvey Milk, Marlene!
¡Quién fuera Harvey Milk!
* En memoria de Cándido
González, que en paz descanse.
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