domingo, 14 de abril de 2013

"VEHEMENCIA SENIL"

No se si será la edad... ¿Quién sabe? Lo mismo. Puede ser. El caso es que hoy, más que nunca, la nostalgia de tiempos pasados se ha hecho manifiesta en forma de 14 de abril. ¿Será la edad? Quizá. ¿Será el cansancio? Tal vez. ¿Será la indignación de sabernos vivos mientras otros y otras, aún están pendientes de enterrar?

Una banda sonora, desgastada por el tiempo, me recuerda que otras épocas, SI fueron mejores. Gritos y llantos, avivados por la esperanza, me recuerdan – a puñetazos - , que la nostalgia, si bien es buena, también envilece a todas aquellas personas que prefieren no recordar las calamidades de tiempos insurrectos y de represión. El silencio como aliado. El miedo como cónyuge del primero ¿Quién lo diría? Juntos e inseparables durante más de 74 años. Los que se cumplen desde que la II República fue brutalmente asesinada por los rebeldes.

“La Memoria Histórica, es memoria, cuando alguien se encarga de recuperarla y difundirla”. Hoy, en el 82º Aniversario de la Proclamación de la II República, la gente sale a la calle para cumplir con ese cometido. Y el fervor de antaño, atesta las plazas, porque pesa más el recuerdo que el olvido. Y la dignidad del presente, se convierte en la puntilla de instituciones anacrónicas sin rumbo. Y Lorca, sigue vivo, porque todavía no tiene nicho donde ponerle flores. Como él, sus “cien enamorados que duermen para siempre bajo la tierra seca” a la espera de rosas. Trece rosas rojas, amarillas y moradas. Trece.

El tiempo pasa... ¿será la edad? La Historia se anhela... ¿será el momento? Nosotros nos vamos. No volvemos. Los barrancos gritan nombres y apellidos. El mar no consigue olvidar los paseos. Y aquí sigo.. atento, recordándote... “vestido de esqueleto, durmiéndote de plomo, de indiferencia armado y de respeto, te veo entre tus cejas si me asomo”

Hoy, más que nunca, me siento vehemente, vehemente senil. Apasionado de la Memoria, para lo bueno. Apasionado de la Memoria, para lo malo. Porque la Historia, si es buena, merece la pena que se repita. Si es mala, es nuestro deber NUNCA olvidarla porque...


“...se los llevaron de casa, los apalearon, los tuvieron presos y les mataron”