jueves, 26 de julio de 2012

Albertus Abortus

Ay Carmela! Ay Marlene! Quién nos iba a decir que, después de tantas penurias y potajes de relinchón, el revisionismo regresaría a España, "en forma de malformación". Así son las cosas  y así te las estoy contando. Parecer ser que, el actual Ministro de Justicia, Alberto Ruíz Gallardón, con un criterio opaco y sibilinamente retrógrada "no entiende que se desproteja al concebido, permitiendo el aborto por el hecho de que tenga algún tipo de minusvalía o de malformación". ¡Cuánta sabiduría! ¡Cuánta solidaridad emanan las palabras del señor Ministro! ¡Cuánto sadismo! ¡Cuánta hipocresía! Qué fácil resulta tomar decisiones, especialmente, cuando se habita una piel ajena a las consecuencias de la cuestión argumentada.


Si hace unos meses - y siguiendo la tónica del "recortismo justificado" - nos sorprendían con la dantesca mutilación de las ayudas a la dependencia y las subvenciones a las entidades que atienden a las personas con discapacidad, ahora resulta que, el señor Gallardón, y compañía, hablan de la "defensa" de los derechos de los discapacitados y discapacitadas. En otras palabras, donde dije digo, digo Diego... y "que se jodan" si no les gusta... los socialistas, claro.

Clasifica de "éticamente inconcebible" el hecho de no proteger a los concebidos y concebidas que se constate que carecen de algunas de las capacidades que tienen el resto". Que vengan al mundo... ¡qué vengan! y que prime el "derecho a vivir" frente a la posibilidad de evitar un calvario en vida... Da igual el entorno en el que se nazca. Da igual si la persona que nace sufre o malvive... Da igual que tenga que costearse un tratamiento millonario... Da igual todo, porque, según Gallardón... en el estado de bienestar español... todos tenemos cabida.

Y si, todos y todas tenemos cabida, pero existe un matiz que, quizá, el señor Ministro y sus secuaces no han tenido en cuenta - no han querido tener en cuenta - o desconocen; muchas de las graves enfermedades que se incluyen en el supuesto de malformación -que sólo supone el 1% de los abortos que se practican- dan lugar a fetos no viables por presentar lesiones incompatibles con la vida, como por ejemplo la anencefalia. ¿Vida o no vida?

Ante la polémica decisión de Gallardón, la Fundación Mujeres no puede más que enfatizar en que se trata de "una gran tragedia en relación al derecho de la mujer a decidir". Lo es. La medida no sólo pone en jaque la "calidad de vida" del concebido o concebida, sino que echa por tierra parte de lo conseguido en materia de Igualdad. El actual Gobierno quiere poner freno a los avances y logros sociales conseguidos, y la mejor manera de hacerlo es retrayéndonos a la hipócrita España de los 70", donde las mujeres viajaban a Londres para abortar y a las que tenían que hacerlo en España, lo hacían "en condiciones inseguras o directamente peligrosas por falta de recursos.

Triste, Marlene... muy triste el cariz que está tomando este país. Volvemos a la España del "mando único", a la España en la que los derechos individuales, ahora son "derechos de otros". ¿Qué será lo siguiente? Acabar con el derecho al matrimonio gay, imponer una religión "antitodo", acabar con la libertad ideológica, con el derecho a respirar, a la siesta...